Limpieza Facial Profunda

La limpieza facial profunda es un tratamiento estético diseñado para eliminar impurezas, células muertas y exceso de grasa de la piel, permitiendo una apariencia más luminosa, suave y saludable. Este procedimiento suele incluir varias etapas, como:

1. Desmaquillado y limpieza inicial: Se eliminan restos de maquillaje, suciedad y contaminantes ambientales.

2. Exfoliación: Ayuda a retirar las células muertas de la piel, promoviendo la regeneración celular.

3. Vapor o apertura de poros: Se utiliza vapor para abrir los poros y facilitar la extracción de impurezas.

4. Extracción de puntos negros e impurezas: Se realiza de forma manual o con herramientas especializadas.

5. Aplicación de mascarilla: Se selecciona según el tipo de piel (hidratante, purificante, calmante, etc.).

6. Tonificación y cierre de poros: Se aplican tónicos para equilibrar el pH de la piel.

7. Hidratación y protección: Se finaliza con una crema hidratante y protector solar.

Este tratamiento es ideal para todo tipo de pieles, pero se recomienda especialmente para personas con piel grasa o propensa al acné. Se sugiere realizar una limpieza facial profunda una vez al mes para mantener la piel en óptimas condiciones.